Descubre los beneficios de fisioterapia geriátrica y su impacto en la vida de los adultos mayores

La fisioterapia geriátrica es una herramienta muy importante para el bienestar de las personas mayores, ya que las ayuda a aliviar los síntomas de ciertas enfermedades, tener una autoestima más alta y, en general, gozar de una mayor calidad de vida.

La mayoría de las personas acude a ella con el objetivo de recuperar su autonomía, llevar a cabo sus actividades cotidianas sin complicaciones, y tener un mejor estado de salud, tanto a nivel físico como mental.

En este artículo te explicaremos qué es la fisioterapia geriátrica, cuáles son algunos de sus principales beneficios, y en qué tipo de situaciones es recomendable acudir a ella.

¿Qué es la fisioterapia geriátrica?

La fisioterapia geriátrica es una rama de la salud que se enfoca en la atención de las necesidades físicas y funcionales de las personas de la tercera edad.

El envejecimiento puede venir acompañado de diferentes condiciones que afectan la salud y la calidad de vida de las personas, como lo pueden ser la artritis, la osteoporosis, el alzheimer, y los trastornos de equilibrio, entre muchos otras más.

En este sentido, la fisioterapia geriátrica puede ser muy útil, ya que permite abordar los cambios fisiológicos, las limitaciones de movilidad y las condiciones de salud que experimentan las personas al envejecer, y ofrece soluciones que impactan positivamente en su bienestar y un envejecimiento activo.

Beneficios de la fisioterapia en pacientes geriátricos

Aunque ya hemos hablado de algunos de los principales beneficios de la fisioterapia en pacientes geriátricos, es necesario que profundicemos un poco más en el tema y veamos con detenimiento cuál es su impacto sobre el bienestar físico y psicológico de las personas.

La fisioterapia geriátrica puede ayudar a mejorar la vida de los adultos mayores, y hacer que disfruten del envejecimiento tanto como de cualquier otra etapa que hayan vivido.

Beneficios físicos

Dentro de los beneficios físicos de la fisioterapia geriátrica, tenemos que empezar por destacar que con ella es posible revertir o mantener bajo control la pérdida de masa muscular, mejorar la flexibilidad en las articulaciones, y mejorar la coordinación y el equilibrio.

De igual manera, puede ser muy útil para prevenir el desarrollo de enfermedades vinculadas a la falta de movilidad, y prevenir problemas de circulación y accidentes cardiovasculares. En muchos casos, también ayuda a fortalecer el sistema inmunológico y agilizar los procesos de recuperación del cuerpo.

Beneficios psicológicos

En cuanto a los beneficios psicológicos de la fisioterapia geriátrica, hay que destacar que las sesiones de ejercicio de este tipo, logran que las personas tengan más energía y confianza para llevar a cabo sus actividades, lo que impacta significativamente en su autoestima y su estado de ánimo.

Asimismo, es útil para combatir el estrés y reducir la ansiedad, y puede mejorar la calidad del sueño. Todo esto contribuye a mejorar el bienestar mental y emocional de las personas mayores, y por lo tanto es sumamente importante.

¿En qué situaciones se recomienda la fisioterapia geriátrica?

La fisioterapia geriátrica tiene múltiples beneficios para los adultos mayores, y se recomienda tanto de forma preventiva como para la rehabilitación en caso de que sea necesario. A continuación, te comentamos cuáles son las situaciones en las que debes considerar la fisioterapia como alternativa.

Deterioro de la función muscular y articular

Una de las principales situaciones en la que la rehabilitación y fisioterapia geriátrica puede ser útil es cuando se presenta un deterioro de la función muscular y articular. Hay que tener en cuenta que este tipo de problemas afectan la capacidad de las personas mayores de realizar actividades de forma independiente, afectando profundamente su calidad de vida.

Los programas de fisioterapia geriátrica suelen incluir ejercicios de baja intensidad, que ayudan a fortalecer los músculos y mantener la funcionalidad de las articulaciones. Estos ejercicios se ajustan a las capacidades y necesidades particulares de cada persona, y ayudan a que resulte más sencillo llevar a cabo tareas como subir escaleras o levantarse de una silla.

También se les puede aconsejar el pilates orientado a mayores, yoga o cualquier otro tipo de ejercicios de bajo impacto.

Dolor crónico y artritis

La fisioterapia también es muy útil para tratar el dolor crónico que se produce por enfermedades degenerativas como la artritis o por cualquier otro tipo de condición médica. Los fisioterapeutas conocen técnicas de terapia manual y masajes terapéuticos que ayudan a reducir la tensión muscular, y que mejoran la circulación sanguínea en las áreas afectadas.

Estos masajes de los que hablamos, disminuyen la inflamación y el dolor, y promueven una sensación de bienestar en las personas. Cuando se trata de enfermedades degenerativas que no tienen cura, es importante contar con herramientas que sirvan para aliviar algunos de los síntomas que generan, y eso es lo que hace precisamente la fisioterapia en los pacientes geriátricos.

Problemas de movilidad y equilibrio

Otro desafío común al que se enfrentan las personas mayores, son los problemas de movilidad y equilibrio, que pueden afectar su bienestar y son un factor de riesgo para las caídas y otros tipos de accidentes.

La fisioterapia aborda estos problemas de forma efectiva, y a través de sesiones de ejercicios ayuda a mejorar la coordinación y entrenar el equilibrio. Además, los ejercicios que se realizan se adaptan muy bien a las condiciones particulares de cada persona, ya que pueden ir desde un simple levantamiento de piernas hasta movimientos mucho más complejos.

Enfermedades neurológicas

La fisioterapia geriátrica es muy útil para atender a las personas mayores que tienen enfermedades neurológicas como la enfermedad de Parkinson y el Alzheimer. Estas condiciones afectan significativamente el bienestar de las personas, porque les restan autonomía, e impactan negativamente en su autoestima.

Este enfoque terapéutico no solo se centra en los aspectos físicos que afectan a la personas mayores, sino que también permite abordar sus necesidades emocionales y psicológicas, ayudándolas a sentirse mejor consigo mismas.