Los beneficios del ocio activo para las personas mayores

Tener una edad avanzada o vivir en una residencia no es en absoluto incompatible con la actividad recreativa. Los programas de actividades basados en el ocio activo para personas mayores mantienen o mejoran la salud física y psicológica de las personas. Así de importante es pasarlo bien. A cualquier edad.

¿Qué mejor manera de invertir el tiempo de ocio para una persona mayor que participar en actividades sociales, en juegos, talleres de cocina o ir a ver un espectáculo? En realidad, una persona sana es aquella que alcanza el bienestar en el plano físico, mental y social. El ser humano es multidimensional, esta característica no se pierde, se mantiene también a cualquier edad. Por eso, en nuestro tratamiento geriátrico integral damos una gran importancia a la vertiente lúdica, al entretenimiento y la diversión.

¿Qué entendemos por ocio activo?

El ocio activo es aquel que enriquece a la persona, porque requiere su implicación, esfuerzo, gasto de energía e interés. Es aquel tipo de ocio que resulta motivador y significativo para la persona mayor, que produce una expansión de su capacidad y un aprendizaje. Leer un libro, hacer crucigramas, jugar al ajedrez, bailar, practicar un deporte… son todos ejemplos de ocio activo.

El ocio activo para personas mayores se encuentra estrechamente vinculado al concepto de "envejecimiento activo". De acuerdo con la definición de la OMS es "el proceso de optimización de las oportunidades de la salud, participación y seguridad con el fin de mejorar la calidad de vida a medida que las personas envejecen; permite a las personas realizar su potencial de bienestar físico, social y mental a lo largo de todo su ciclo vital y participar en la sociedad de acuerdo con sus necesidades, deseos y capacidades, mientras que les proporciona protección, seguridad y cuidados adecuados".

Para conseguirlo propone:

• la prevención y promoción de la salud;
• la actividad y el ejercicio físico;
• el fomento de la capacidad mental y el aprendizaje, y
• la vinculación y la participación social.

¿Qué factores debe contemplar un programa terapéutico de ocio activo?

• Recreativo: el espacio debe concebirse como un lugar de diversión y entretenimiento diferente al cotidiano. Debe potenciar la expresión personal, artística y cultural. 
• De sociabilidad: se entiende el espacio de ocio activo como un medio para la interacción, participación e inserción social de sus participantes.
• De género: respeto al género en la confección de actividades adaptando las mismas a gustos y preferencias
• De identidad: en el sentido de permitir realizar determinadas potencialidades que no parece que puedan conseguirse a esa edad. A través de la participación se va forjando una identidad de la persona mayor. 
• De bienestar: un espacio de ocio activo debe enfocarse a la recuperación de la salud física y emocional, relaciones sociales, amistad, seguridad y autoconfianza.

¿Qué tipos de actividades debe incluir un programa de ocio activo?

Las actividades de ocio activo para personas mayores en el contexto de la residencia se encuadran dentro de un plan de intervención, tienen siempre un sentido y un carácter terapéutico, ya sea preventivo o rehabilitador. Se distinguen los siguientes tipos:

• Actividades de entrenamiento cognitivo (ejercicios de cálculo, talleres de escritura, puestas en común de noticias y debates…)
• Actividades relacionadas con el desempeño y la terapia ocupacional (horticultura, papiroflexia, ganchillo, talleres de bisutería, cerámica, fotografía, etc.)
• Ejercicio físico (clases de baile, yoga, gimnasias activa y pasiva, estiramientos, etc.)
• Actividades lúdicas (bailes, juegos de mesa, cine, espectáculos, karaoke, excursiones…)

Objetivos de nuestros programas de ocio activo para personas mayores

El desarrollo de estos programas resulta altamente beneficioso para la salud global de las personas mayores residentes en nuestros centros. Con la puesta en marcha de estas prácticas recreativas conseguimos los siguientes objetivos:

• Mejora de la autonomía personal
• Mejora del bienestar
• Incremento de la autoestima
• Ejercicio de la capacidad mental y las habilidades cognitivas
• Prevención del deterioro cognitivo
• Mejora de la memoria, la atención y la concentración
• Fomento de la socialización
• Fomento de la empatía
• Mejor integración social en el contexto de la residencia 
• Promoción de hábitos saludables
• Mayor destreza física, tono muscular y equilibrio
• Disminución del sentimiento de soledad
• Mejora de la percepción sensorial
• Entrenamiento de las habilidades sociales
• Mejora del estado de ánimo
• Mejor adaptación al entorno
• Incremento de la felicidad y satisfacción personal
• Mejores perspectivas libres de dependencia
• Prevención de la enfermedad y la depresión.