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Qué es la disfagia: síntomas, causas y soluciones
¿Qué es la disfagia? La disfagia es también conocida como dificultad para tragar. Se trata de una dificultad para tragar los alimentos, es decir, para pasar el bolo alimenticio del aparato digestivo al esófago. En general se produce con alimentos sólidos, pero también es frecuente que ocurra con los líquidos.
La disfagia puede ocurrir a cualquier edad, ya que sus causas son muy variadas. Aunque, generalmente aparece a partir de los 40 o 50 años de edad, y su causa principal es el cáncer.
Por ello, si de repente sientes que la comida se te atraganta, que sientes molestias al tragar o que tienes que masticar la comida mucho para no sentir que se queda atrapada en tu esófago, acude a atención sanitaria cuanto antes.
Ten en cuenta también que, si te encuentras con ánimos bajos o acabas de pasar por una mala situación, es normal que sientas cierta aprensión al comer.
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Características y síntomas de la disfagia
La disfagia es la dificultad para tragar. Esto no significa que una persona con disfagia no pueda tragar, sino que necesitará más tiempo para hacerlo, y le resultará molesto e incluso angustioso mover los alimentos y bebidas de la boca al estómago.
Si en alguna ocasión por un malestar emocional o simplemente por haber masticado poco los alimentos, tienes dificultad para tragar, no debes preocuparte, es normal y no es considerado disfagia.
Algunos síntomas claros de la disfagia son:
- Babeo
- Ronquera
- Arcadas al tragar
- Pérdida de peso
- Ácido estomacal que vuelve a la garganta, o incluso alimentos
- Sensación de que la comida se atasca en la garganta o en el pecho
- Tos al tragar
- Dolor al tragar
Causas de la disfagia
La mayoría de las veces la causa de la disfagia está relacionada con el cáncer. Ya sea por la aparición de un cáncer de garganta o esófago o bien, por algunas técnicas que se utilizan para eliminarlo como la quimioterapia o la radioterapia.
Por eso, si en este momento no estás sometiéndote a ningún tratamiento contra el cáncer consulta cuanto antes a tu médico. Y si recibes algún tratamiento, también, ya que el especialista deberá tenerlo en cuenta y darte algunas pautas o consejos para evitarlo.
Estas son las principales causas de la disfagia relacionadas con el cáncer y sus tratamientos u operaciones:
- Algún tipo de cirugía contra el cáncer cercano al estómago.
- Radioterapia.
- Quimioterapia.
- Infecciones de la boca y el estómago causadas por la quimioterapia o la radioterapia.
- Fibrosis: es decir, cicatrices como consecuencia de cicatrices en la garganta, estómago… tras una operación. También puede ser consecuencia de rigidez en la zona por estos mismos motivos.
- Xerostomía: es también llamada sequedad de la boca y es un tipo específico causada por la quimioterapia y la radioterapia.
- Mucositis: molestias y dolores en la garganta, estómago, esófago…
- Cambio morfológico de la boca, garganta, mandíbula o esófago como consecuencia de una cirugía.
- Infección en la boca o el esófago como consecuencia de la quimioterapia o de la radioterapia.
Otras posibles causas de la disfagia:
- Acalasia: si el esfínter del esófago no se relaja, puede provocar que los alimentos no bajen y vuelvan a la garganta. También puede ser que las paredes del esófago, estén débiles y no puedan ayudar a tragar correctamente.
- Espasmo difuso: es cuando se producen contracciones del esófago de forma muy descoordinada, porque están afectados algunos músculos de las paredes interiores del esófago.
- Trastorno neurológico: la esclerosis múltiple, el Parkinson u otros trastornos neurológicos pueden causar disfagia.
- Cuerpos extraños: algunas personas, en general adultos mayores, que tienen dificultad para masticar los alimentos, pueden introducir trozos muy grandes que pueden quedar atascados en la garganta o esófago.
- Anillo esofágico: es cuando se estrecha la parte inferior del esófago, y provoca dificultad para tragar alimentos sólidos, aunque no siempre.
- Daño neurológico: por ejemplo, un daño neurológico repentino como un accidente cerebrovascular o una lesión de la médula espinal puede causar disfagia.
- Esofagitis eosinofílica: en general esta es causada por una alergia alimentaria. Es por la presencia de células de tipo eosinófilo en el estómago.
- Divertículos de Zenker: esta es una bolsa cerca de la garganta justo encima del esófago, que a veces puede recoger partículas de comida. Esto provoca mal aliento, dificultad para tragar, y provoca toses repentinas.
Estas son casi todas las causas de la disfagia en niños, jóvenes y adultos.
¿Cuándo consultar con un médico?
Cuando la disfagia ocurra varios días de forma seguida y acusada, tienes que acudir al médico cuanto antes. De ese modo se podría detectar un problema mayor a partir de este síntoma. La prevención es fundamental para evitar enfermedades graves y mortales.
También debes acudir si te ocurre varias veces en un mismo mes y sin motivo aparente.
Y por supuesto, si estás en algún tratamiento contra el cáncer como la quimioterapia y la radioterapia, también debes consultar a tu especialista. Aunque esta consecuencia sea relativamente normal, existen fórmulas que pueden ayudarte a evitarlo. O bien, el especialista podría averiguar nuevos síntomas de otros problemas relacionados que deberán ser tratados cuanto antes.
Posibles soluciones que te propondrá un especialista
Ya sabes qué es la disfagia y conoces sus causas. Y estas son algunas opciones para solucionar la disfagia:
- Sonda de alimentación: si la dificultad para tragar es grave esto va a conllevar a un déficit en la alimentación y en la nutrición. Si esto se alarga, podrías padecer problemas más serios por lo que será necesaria una sonda de alimentación. No obstante, esto solo ocurrirá en los casos más extremos. Los médicos colocan una sonda a través de la nariz o del abdomen y lo llevan hasta el estómago. De ese modo se van suministrando los nutrientes.
- Medicamentos: si la imposibilidad para tragar solo es por un dolor intenso que sentimos al pasar los alimentos por la garganta, entonces muy probablemente el médico receta algún tipo de medicamento que evite estos dolores y molestias. Se recetan medicamentos cuando el problema es por un dolor de, por ejemplo, una cicatriz, y no un problema muscular del esófago o de su esfínter, etcétera.
- Patólogo del habla o Logopeda: aunque puedas hablar a la perfección, un patólogo del habla no solo ayuda a vocalizar, sino que en general ayuda a tener un mejor control de los músculos de la garganta y de la boca. Te enseñará nuevas formas de tragar menos incómodas y molestas, y te ayudará a que no te ahogues o no tengas arcadas o tos al ingerir la comida.
Consejos para comer si sufres disfagia
Si sufres una disfagia más o menos leve, es decir, que puedes tomar alimentos a pesar de la molestia, entonces puedes seguir algunos consejos que te harán más llevadero el momento de la comida.
Aunque por supuesto, lo principal es visitar a un médico y que él o ella te derive por ejemplo a un patólogo del habla.
Mientras, sigue algunos de estos consejos:
- Puedes espesar los líquidos, en ocasiones así son más fáciles de tragar.
- Mastica muy bien los alimentos.
- Corta los alimentos en trozos muy pequeños.
- A algunas personas les resulta más cómodo comer menos, pero en más ocasiones.
- Consume alimentos muy nutritivos para compensar el déficit de alimentación.
- Siéntate muy derecho/a mientras comes.
- Evita alimentos duros o ásperos.
- Toma sopas, purés y cremas.
Conclusión
La disfagia es la dificultad para tragar. En general es síntoma de una enfermedad mayor o de alguna complicación por un tratamiento de quimioterapia o radioterapia. Si presentas dificultad para tragar ocasionalmente o durante más de dos días seguidos, deberías consultar cuanto antes con tu médico.