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Nuestro modelo de cuidado integral de las personas mayores da una atención preferente a la alimentación y la nutrición.
Una buena alimentación, sobre todo en esta etapa vital, previene o retrasa problemas de salud, disminuye la fragilidad y contribuye a una mayor autonomía y bienestar.
Con un equipo de nutricionistas, apoyados por el personal médico y sanitario, confeccionamos la dieta adecuada para cada uno de nuestros residentes. Ofrecemos menús variados, con marcado carácter local a través de la cocina propia de cada centro, equilibrados y adaptados para contribuir a un estilo de vida saludable.
Características de nuestros menús
¿Tienes alguna necesidad concreta? Nos adaptamos con facilidad. Nuestros cocineros trabajan para ofrecer la experiencia alimenticia más apetecible en el entorno agradable y cómodo de nuestros comedores. Nuestro personal ofrece un servicio esmerado y fomenta la alimentación autónoma siempre que esta sea posible.
Menús adaptados a las necesidades de cada persona
Atendemos todas las necesidades especiales con respecto a la alimentación y su servicio, frecuentes en las personas de edad avanzada. Problemas de deglución (disfagia), dietas específicas y pautas médicas, problemas digestivos, diabetes, menús bajos en grasas, en sal, etc.
Gran variedad
Nuestra amplia gama de menús evita caer en la monotonía y favorece el interés por la comida, tan importante para una buena alimentación de la persona mayor.
Fácil masticación
Nuestras preparaciones culinarias buscan siempre favorecer la masticación y el proceso digestivo. En caso de pérdidas dentales, nuestra dieta se basa en alimentos blandos y texturas suaves.
Cocina casera
Priorizamos los sabores tradicionales y naturales de los platos, aquellos que nuestros mayores conocen bien y a los que su paladar está acostumbrado.
Dieta mediterránea
Te ofrecemos una cocina sencilla y variada, basada en la dieta mediterránea, reconocida por la UNESCO como Patrimonio Cultural inmaterial de la Humanidad.
Productos de proximidad
Utilizamos productos frescos de proximidad y apoyamos la producción local. Además, cumplimos los máximos estándares en seguridad alimentaria.
Alimentación independiente
Potenciamos la autonomía en este hábito diario. También nos ocupamos de la alimentación asistida en los casos que sea necesario.
Pautas nutricionales básicas
Una nutrición deficiente hace a las personas mayores más vulnerables y las expone a diferentes problemas de salud que pueden derivar en patologías graves. Para evitarlo, seguimos una serie de pautas nutricionales básicas.
Dieta variada y equilibrada
Para asegurar todos los nutrientes y aporte energético necesario en la proporción adecuada a cada persona (proteínas, grasas, hidratos de carbono, vitaminas, minerales, fibra…)
Cinco o seis ingestas diarias
Con especial cuidado en el aporte energético del desayuno, que debe incluir lácteos, cereales y fruta, mitad de mañana, almuerzo, merienda, cena y en los casos que lo requieran recena.
Hidratación
Incentivamos y apoyamos la ingesta de agua. Las personas mayores tienen un mayor riesgo de deshidratación y muchas de ellas no reconocen la sensación de sed, ya que tienen alterado el mecanismo que la regula.
Consumo de frutas, verduras, legumbres y cereales
Fomentamos el consumo de estos alimentos, por su elevado contenido en vitaminas, minerales y fibra, que repercute en una buena función intestinal.
Mínimo consumo de grasas saturadas
Minimizamos el consumo de grasas saturadas presente en embutidos y carnes rojas, frente a los pescados como el salmón, la caballa y las sardinas, ricos en ácidos esenciales omega-3 y omega-6.
Lácteos y vitamina D
Incrementamos el consumo de calcio, mediante lácteos, así como el de vitamina D, para prevenir patologías del sistema óseo. Preferiblemente, servimos versiones desnatadas o semidesnatadas.
Limitamos el consumo de sal y azúcar
Así controlamos o evitamos problemas de salud relacionados con el consumo excesivo de ambos productos.
Ejercicio físico
Promovemos el ejercicio físico moderado como hábito saludable y complementario de una alimentación equilibrada, para disfrutar de una buena calidad de vida física y mental.